El Retrovisor de hoy va dedicado a un jugador que sentó cátedra en la década de los 90, el
nigeriano George Finidi, que se ganó el apodo de la Gacela Negra, fue miembro de la fantástica Selección de
Nigeria de esos años, participó en el glorioso
Ajax de Van
Gaal y en España defendió con éxito las camisetas de
Betis y
Mallorca. Un autentico
jugadorazo, de esos extremos que ya no abundan.
Dio sus primeros pasos, siempre en franca progresión en
Nigeria, defendiendo la camiseta, del
Calabar Rovers, y después daría el salto a
Iwuanyanvu Nationale, uno de los mejores equipos africanos, donde
conquistaría el título de Liga y alcanzarían las Semifinales de la
Champions Africana (por cierto, las dos temporadas anteriores, en ese equipo militaría otro
nigeriano recordado en el
Mallorca,
Michael Obiku) y en el
Sharks. Desde ahí, en 1993 llamaría la atención a los ojeadores del
Ajax, que dirigía
Louis Van
Gaal, y que preparaba uno de los mejores conjuntos de Europa.
El salto a las Ligas de primer nivel, no solo no se le atragantó sino que empezó a hacerse un nombre conocido, un extremo veloz y con buen manejo de pelota pese a superar el metro noventa de altura. El Ajax, que había juntado una generación de futbolistas extraordinaria con Kluivert, Overmars, los hermanos de Boer, Van der Sar, el finés Litmanen, deslumbró por su buen fútbol y Finidi, el extremo nigeriano, se hizo con la titularidad en la banda derecha. Ese equipo, encadenó tres triunfos consecutivos en la Eredivisie tras cuatro temporadas en blanco, y en la Champions se proclamó campeón en 1995 y fue finalista, perdiendo en los penaltis, ante otro equipo que dominó Europa como era la Juve de Lippi al año siguiente.
A partir de 1996, el
Ajax dejó salir a sus mejores figuras,
Finidi sonó para el Real Madrid con insistencia, pero Manuel
Ruiz de
Lopera, desembolsó más de mil millones de pesetas por
llévaselo a
Sevilla. Y allí pronto se convirtió en el ídolo de la afición
verdiblanca, era el dueño de la banda, anotaba goles (los cuales celebraba con un gorro cordobés, en una imagen que llegó a convertirse en habitual), y el
Betis encadenó muchos años de buenas
clasificaciones. Durante esas cuatro campañas, jugó 130 partidos y anotó 38 goles, unas cifras muy elevadas. Pero, la 99-2000 fue un año
malísimo para el
Betis, que acabó dando con sus bruces en Segunda.
El Mallorca, que por entonces, iba a dirigir Luis Aragonés, con el que ya había coincidido en Sevilla se fijó en él y se lanzó a por su fichaje, que se acabó realizando, primero se barajó un posible intercambio por Ibagaza, pero al final se decidió invertir dinero y quedarse con los dos. Y fue un acierto total, ese Mallorca, se convertiría en campeón de la segunda vuelta, finalizó la Liga en Tercera posición y practicando un juego muy efectivo y vistoso, en el que destacaban los dos delanteros, Luque y Etoo, y Finidi e Ibagaza escorados a las bandas. El nigeriano cuajó un gran año en el que disputó 31 partidos y anotó 5 goles, pero se encontró en en la segunda vuelta con la irrupció de un muchacho cordobés, Álvaro Novo, que quería demostrar su categoría en la banda. Así, el Mallorca, habiendo dado con un sustituto y Finidi superando la treintena, decidió esperar ofertas y no tardó en interesarse por él el Ipswich Town, conjunto de la Premier League. Finidi aceptó la oferta británica y se marchó tras estar solo una campaña en el Mallorca.
Tras dos temporadas en el conjunto inglés, sin mayores aspiraciones y realizando un juego aceptable pero alejado de aquel extremo que había encandilado al mundo, finalizó su contrato y no le ofrecieron la renovación. Las lesiones también empezaron a hacerle mella de manera
preocupante y se vio sin equipo al empezar la temporada. Pero, en Noviembre, se encontró con una llamada desde
Mallorca, de nuevo Luis Aragonés que se hizo cargo del equipo con la liga empezada tras el cese del portugués Jaime
Pacheco, se acuerdó del
nigeriano que empiezó a entrenarse con el
Mallorca desde ese mes de noviembre pese a que su
fichaje no podía
tramitarse hasta la apertura del mercado de invierno.
Su llegada fue recibida con gran expectación y alegría en Mallorca. Pero, su rendimiento fue más bajo que el anterior, disputó 14 partidos, sin hacer goles, y viéndose consciente de que no podía dar más de sí, decidió colgar las botas al finalizar esa temporada con 33 años.
Con la camiseta de su Selección, las Águilas Verdes se convirtió en internacional en más de 60 ocasiones, y formó parte de ese fantástico equipo que sorprendió por su buen juego en el Mundial de
EEUU 94 y en Francia 98 derrotando a España por ejemplo. En el 94 también conseguiría ser campeón de África.
En noviembre de 2010, el Betis, uno de sus ex equipos anunció
que se integraba en su secretaría técnica como nuevo director de fútbol internacional.
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