lunes, 21 de mayo de 2018

Anduva... un año antes, un año después

Hace tanto que no uso el blog, que posiblemente nadie lo lea... escribí contento la primera jornada de Segunda B, y no le dediqué tiempo al descenso que padecimos el año pasado en Miranda de Ebro. Este sábado, de nuevo, el Mallorca regresará a ese campo a intentar recuperar la Segunda división.

Digo regresará y no regresáremos porque no sé si podré estar en el campo. Hay un lio de entradas, de sorteos, de explicaciones sesgadas... que no sé que pasará. Yo imagino que acabaré en Miranda. Con la Penya Xubasquero de Barcelona, con los que estuve en Peralada, en Ebro, en Lleida, en Olot, en Llagostera y hasta en la ciudad deportiva del Villarreal B. Y con los que estuve el año pasado en Miranda.

2017... "No gusta ir a funerales pero hay que hacerlo"
Ahora se levanta revuelo. El año pasado hubo gente que nos atrevimos a ir hasta allí. En un domingo de mierda, con el partido acabando superadas las 22:00 retornando a Madrid para trabajar al día siguiente, o los que fueron a Barcelona chupándose casi 6 horas de viaje... 
La jornada anterior el Mallorca no pasa del empate sin goles en casa ante el Numancia. El descenso, aunque no matemático es un hecho. Lo era desde hacía tiempo. Pero hubo una pequeña racha y algún gol milagroso que sirvió para engordar el cerdo antes de matarlo. Así que, mi primera reacción fue de cabreo. No quería ir a Miranda. Y así me mantuve hasta el sábado. Mi novia me lo decía constantemente, no intentes autoengañarte. Vas a ir. Y yo, insistía, no, no, no. Pero efectivamente unas conversaciones de wasaps, unas cuantas arengas históricas con el Capitán Altamirano y en el fondo, un triste pensamiento... si me dio por ser del Mallorca, hay que acompañarle en lo bueno y en lo malo. Y lo malo es tener que padecer un descenso a Segunda B un domingo por la noche en un pueblo de Burgos, pues es lo que toca. Así que... como mi novía sabía, emprendimos viaje. Otro compañero de Madrid y yo. Nadie más quería venir. Igual que ya no quedabamos para ver los partidos. Por eso decidí que mi presencia sobraba en la Penya Mallorquinista de Madrid. Pero bueno, eso sería otra historia.
El partido, lo normal. Al minuto 1 ya perdíamos, por si había alguna remota opción de milagro, el Mallorca se encargaba de suicidarla rápido. Descendimos. Como era de esperar. Como ya sabíamos. Pero había que hacer ese acto de presencia. A nadie le gusta acudir a funerales, pero va en el cargo. Había que hacerlo. Y se hizo.

2018... ¿volveremos?
A esta hora, estamos pendientes de un sorteo de apenas 300 entradas. Con unos condicionantes dificultosos para recogerlas. Tratando de investigar métodos de como conseguir entradas. Tratando de regresar al lugar del entierro de hace un año, para ver si el muerto le da por vivir, y hacernos ver que el paso por Segunda B fue un accidente. Pero un accidente que deja cicatrices y que nos sirvan para recordar. Para aprender que hay que tomarse las cosas en serio. Y que hace mucho frío y dan muy pocas entradas en la segunda B (ni categoría de bronce ni leches).

No sé si conseguiremos la suerte de tener entradas. Simplemente, pues me apetece volver a Anduva. Y quitarnos el sabor del año pasado. De haber aprendido de esta categoría y de, volver a disfrutar de algo de fútbol con el Mallorca. Que hacía muchos años que no me pasaba. Hay que estar en lo bueno y en lo malo. Hay que ir a los funerales y a visitar al recien nacido al hospital. Nos guste o no. 

Asi que Anduva... volvemos. Y Segunda División, volvemos.