Se acerca el partido del domingo, y todas las miradas se centran en un solo nombre: Aritz Aduriz. El 9 bermellón, que llegó este verano procedente del Athletic de Bilbao por 5 millones de euros. Con una misión, practicamente imposible, hacer olvidar a Dani Güiza y los 27 goles que le encumbraron como pichichi el curso pasado.
Sin embargo, su fichaje no fue sencillo. El Mallorca estuvo todo el verano intentando afinar con su delantero, unido a la dificil situación economica, y fueron sonando muchos nombres. Desde el giganton Zigic, descartado en el Valencia, al inasumible Negredo, el croata Klasnic o el getafense Manu del Moral, entre otros pero ninguna operación parecía fructificar.
Hasta que en una operación relampago, se anunció el acuerdo con el Athletic por Aduriz. La cantidad, batante elevada, 5 millones más 1 variable por objetivos. El Athletic conseguía dinero, ya que también atraviesa una delicada situación economica. Y el Mallorca conseguía asegurarse un punta goleador, que ha dejado buenas sensaciones tanto en Valladolid en Segunda división, como en el Athletic en Primera (pese a que su techo goleador se reduce a 9 goles).
El propio Caparros, aceptó su fichaje y anunciaba que Aduriz iba a disponer de pocos minutos ya que partía en desventaja con Fernando Llorente, el veterano Etxeberría, e incluso el canterano Velez.
Pero, la afición de los leones, se indignó. Aparecieron pintadas en San Mames criticando a la directiva, se clamaba al cielo, ya que no abundan los delanteros vascos y el Athletic prescindía de uno, para apostar por un Etxeberria cada vez más desgastado, un irregular Llorente y dos canteranos sin apenas minutos en primera (de hecho, el joven Iñigo Velez negociaba su cesión al Numancia, y al concretarse el fichaje de Aduriz, se decidió mantenerle en el 1ª equipo). Algunas otras voces autorizadas del conjunto vasco también se mostraron criticos con esta decisión de prescindir de Aritz.
Y mientras en el Mallorca el fichaje de Aduriz fue recibido como una bocanada de aire fresco en un verano en el que se redujo el nivel de la plantilla muchisimo. Es junto a Jurado, el fichaje de un jugador más hecho y bregado en Primera, y con una dosis de calidad y resolución. Además, se trata de un jugador incansable, que se vacia durante los 90 minutos para ser el primero en defender, se ofrece, anima a sus compañeros y posee un buen disparo y un poderoso remate de cabeza. Hasta ahora ya lleva 3 goles anotados y el Domingo puede ampliar su cuenta goleadora y demostrar a Caparros que se equivocó en su venta y dar la razón a todas esas personas en Bilbao que criticaron su traspaso.
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