martes, 16 de diciembre de 2008

Jugadores vasco franceses


Pues como os decía ayer, hay varios casos de futbolistas vasco franceses, que podrían integrarse en el Athletic, cumpliendo la filosofía tradicional del conjunto vasco. Además, al igual que en la selección española ha sido una constante y numerosa la presencia de jugadores vascos, en Francia, esa tónica es mucho menos habitual. Seguramente influya que en España, Athletic, Real Sociedad son habituales de primera, y Alavés y Eibar de segunda como poco (y sin querer contar al Osasuna, ni demás), en Francia no existe esa presencia de conjuntos de la región en la élite. Pero en la foto, vemos como dos vasco franceses, Deschamps y Lizarazu, se proclamaban campeones del mundo en el 98.

Ayer, ya hablamos de Lizarazu, que de hecho, ha sido el único que vistió la camiseta de los leones en el año 96/97. Además, fue, con permiso de Roberto Carlos, uno de los mejores laterales zurdos de esa década. Llegó procedente de un glorioso Girondins de Burdeos, en el que también estaba Zidane o Dugarry. Y llegó al Athletic, pero tuvo bastantes problemas entre lesiones, y algún escándalo (el más recordado la pelea a puñetazos con Kily González). Solo estuvo un año, porque el Bayern Múnich se lanzó a por su fichaje. Y con los alemanes ganó casi todo a nivel de clubes (5 ligas, 4 Copas, La Champions, una intercontinental, etc). También, saboreó la gloria con la selección francesa en el mundial del 98 y la Eurocopa del 2000. Tras 8 temporadas en Múnich, con un paréntesis de un año en Marsella colgó las botas hace dos años. También, fue famoso porque se hizo público que ETA le había amenazado, y solicitado el impuesto revolucionario por jugar con Francia. Hace poco publicó una autobiografía donde profundiza estos asuntos.

Otro caso muy conocido fue el de Didier Deschamps. El segundo jugador más veces internacional con Francia, solo superado por Thuram y de hecho era el capitán también de la selección francesa que alcanzó el éxito en el 98. Fue un centrocampista con muchísima calidad, y perteneció a la destacadísima Juventus que lidero Europa en los 90, hasta que resurgió el Madrid. En su carrera defendió otras camisetas como la del Girondins, el Marsella, el Chelsea o el Valencia. Con el equipo che entrenado por Cuper llegaron a la final de la Champions, pero perdió por penaltis ante el Bayer Múnich. Ese año, decidió colgar las botas e iniciar su carrera como entrenador.

Primero con el Mónaco, en un equipo en el que estaban Giuly o Morientes, y que consiguió ganar la Copa (el Lyon es intratable en la Liga), y sobretodo llegar a la final de la Champions que perdió ante el Oporto de Mourinho. Después, fue el elegido para dirigir los destinos de su Juventus, pero en la Serie B, tras el moggigate que dio con el descenso de la vechia signora. Tras empezar con puntos de sanción, y fugarse muchos jugadores importantes (otros, comprometidos como Buffon o Trezeguet, decidieron quedarse), el equipo logró el ascenso, y en vez de permitírsele seguir en Primera, no se le renovó para traer a Ranieri. Una lástima.

Otro jugador vasco francés, que ha adquirido cierta fama ha sido Pantxi Sirieix, nada del otro mundo, pero que cogió algo de notoriedad porque fue seleccionado para jugar con la selección de Euskadi en algunos compromisos. Comenzó sus andaduras en el Auxerre y lleva varios años militando en el Toulouse. Es un centrocampista defensivo y polivalente. Por cierto acogió su llamada a la selección autonómica con mucho orgullo.

Y el último caso de un jugador vascofrancés destacado es el del guardameta titular del Mónaco, Stephane Ruffier. Nunca he llegado a verle jugar, siendo sinceros, pero parece que tiene un futuro prometedor, está ya en uno de los conjuntos grandes de Francia, solo tiene 22 años y fue el portero de la Selección Francesa sub 21 en alguna ocasión en estos últimos años.

Por último, el Athletic debe ser consciente de que pueden aparecer jugadores interesantes al otro lado de la frontera, y ya tiene acuerdos con clubes vascofranceses para tener preferencias a la hora de algún fichaje. De momento con el Aviron Bayona, conjunto de la división Nacional, lo que sería la Segunda B española, pero que de ahí salieron Deschamps o Ruffier por ejemplo, y ya han sonado los primeros intercambios de jugadores.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre Lizarazu, no había leído nada de su autobiografía, pero me han gustado mucho los extractos que aquí publicas (no necesita expresar de manera política su amor por el País Vasco, cosa en la que coincidimos muchos vascos). La verdad es que todo el rollo que se montó en Bilbao sobre Bixente, cuando éste anunció que se iba al Bayern (lógico), fue bastante absurdo, y como bien dice en su libro, algo orquestado desde la directiva, que hizo que la gente le viera como un traidor. De ser el mejor lateral de la Liga, pasó a ser un vago que no se entrenaba y que se pasaba los días surfeando en Sopelana.

Como anécdota, yo me compré su camiseta, y alguna vez incluso me insultaron por llevarla a algún partido. De locos.

Gontxo dijo...

Pues sí, es una lastima, porque llegó siendo un jugador todavía joven, que hay que ver lo que creció después, y por supuesto que apuntaba para ser uno de los grandes de la liga, y acabó desmotivado, peleado con Arrate, descentrado y sin ganas de saltar al campo.

Yo recuerdo, y hace ya años, que le entrevistaron en la Ventana, un programa de por la tarde en la SER, y el chico vino hablando castellano que había aprendido muy joven, con ganas de dar el salto en la Liga española, el Athletic por entonces solía jugar competición europea, todavía era joven... pero salió muy rebotado.
Una pena. Eso sí, su carrera en Alemania y con la Selección demostró lo pedazo futbolista que era.

Anónimo dijo...

Lizarazu fue un enorme jugador. Tuvo la suerte además de coincidir con la mejor generacíón del fútbol galo. Supongo qeu la oferta del Bayern era casi irrechazable. Una pena que no marcara época.

Gontxo dijo...

Hola Dadan Narval y bienvenido por aqui.

Estoy de acuerdo, Lizarazu hubiera podido marcar época, pero, entre que no acabó de sentirse a gusto, y le llegó la oferta del Bayern acabó marchandose.