Ambos tiene vinculación con Ezaki Badou, el portero marroquí, mito del mallorquinismo.
El primero es fácilmente reconocible, la final de Copa del 91, la primera que alcanzó el conjunto mallorquín en su historia, y que acabó llevándose el Atlético de Madrid con ese gol en la prorroga. Ezaki no termina de atajar la pelota tras un disparo cruzado desde un lateral del área, y un jugador llegando desde atrás remata a puerta vacía y se convierte en el gol del triunfo. El segundo tanto, es la Final de la Copa de África de Naciones de 2004. Segunda parte del encuentro, empate a 1 tanto, cuando un jugador de Túnez realiza un disparo cruzado desde el lateral del área, el portero marroquí no la ataja y un jugador se incorpora desde la segunda línea y marca a puerta vacía. Ezaki era el seleccionador de Marruecos, que veía como una final volvía a escaparsele tras un dubitativo despeje al medio del guardameta...
3 comentarios:
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Thanks,
Peter
¡¡¡¡¡¡Odio eterno a Alfredo Santaelena!!!!!!
Joder, yo me tragué ese gol justo delante de mis ojos, en el gol sur del Bernabeu junto a otros 1500 mallorquinistas. Fue como si clavan un puñal en el corazón porque en la prórroga estábamos siendo superiores. Recuerdo en el descanso de la prórroga como los mallorquinistas acallamos a los 70.000 colchoneros con nuestros gritos pues tenían los huevos en la garganta.
A partir de ese gol ya fue el desastre total. Los Atléticos de los anfiteatros superiores empezaron a tirarnos de todo, a escupirnos, a mearse sobre nosotros y otras lindezas que prefiero no recordar.
Me sumo a ese odio eterno. Aunque yo tenía 8 años y no recuerdo nada de este partido. Me lo descargué ayer por cierto, para verlo tranquilamente. Yo siempre he focalizado más mi odio hacia Nedved.
Y sobre el tema aficiones, aparte de la encerrona de poner la final en Madrid y que los tiempos han cambiado. Ciertamente, de visitante el campo más incomodo y donde peor me han tratado siempre ha sido el Calderón.
En fin, estuvimos cerca.
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