martes, 8 de diciembre de 2009

La influencia de las pistas

El estadio de Son Moix cumple su décima temporada como sede del Mallorca desde la desaparición del Luis Sitjar. La diferencia entre los dos estadios era abismal. Mientras Son Moix es un estadio olímpico, con pistas de atletismo que alejan a los aficionados, el Sitjar era un autentico campo de fútbol, de unas dimensiones reducidas en las cuales el público estaba completamente encima de los jugadores y se sentía más la presión.

Pero el caso es que hay que empezar a plantearse cuánta influencia de verdad tienen estas características. Desde que el Mallorca juega en Son Moix ha permanecido en primera. En ocasiones se ha salvado en la última jornada (2002 o 2005), y en otras ha logrado ir a la Champions (2001) o superar eliminatorias de Copa hasta ganar el título (2003) o alcanzar semifinales (2009). Por supuesto que Son Moix también ha deparado grandes noches europeas con victorias al Monaco, al Ajax, al Arsenal... Es por tanto difícil calibrar cuanta importancia han tenido. Si con el Luis Sitjar las gestas que se han conseguido en Son Moix hubieran sido mayores o iguales...

El comienzo arrollador del Mallorca este año en casa, con siete victorias en siete partidos (y ocho si sumamos la Copa), que enlaza con todo el año 2009, ya que solo se han perdido dos partidos en todo el año, uno contra el Real Madrid, en el que Manzano planteó el encuentro como si fueramos Liechnestein y el otro contra un Villarreal que luchaba por la Champions en la última jornada y el Mallorca no tenía nada en juego, y en el que vimos una de las actuaciones más lamentables de Josemi. En el resto, una gran mayoría de triunfos. ¿Tanta influencia tienen las pistas o es una milonga?

Si observamos el resto de equipos la situación tampoco es clara. Vicente Grande, para defender la retirada de las pistas, siempre decía que si el Osasuna jugase en un como el del Mallorca estaría en Segunda. El Espanyol, trabajó duro y consiguió inaugurar esta temporada Cornellá y abandonar el Olimpico de Montjuich en el que había estado los últimos años, también con las dichosas pistas. Pero el Espanyol tampoco notó ningún bajón por jugar en el antiguo campo de la Olimpiada del 92, de hecho siempre permaneció e hizo grandes campañas, y otras coqueteó con el descenso, como tarde o temprano pasa a todos los equipos. Este año, con Cornellá en pie, tampoco se nota un excesivo cambio en el rendimiento. Permanece en una mitad baja de la tabla, y en el último partido, en el nuevo campo sin pistas, el Racing logró un 0-4 apabullante. Otros ejemplos son el Almería, que su estadio también tiene al público alejado, y logró el ascenso y afronta su tercer año consecutivo en Primera, o la Real, que abandonó Atocha y se trasladó a Anoeta. Este si que es cierto que está en Segunda y no consigue regresar, pero en ese mismo campo vimos casi gana la Liga en el año 2003...

En el extranjero también se pueden encontrar múltiples ejemplos. Los campos más temibles de Europa suelen ser los griegos y los serbios. Y en su mayoría disponen de pista de atletismo, que no resulta impedimento para que los hinchas presionen y animen. En RCDM, entrevistamos este verano a Paunovic, que jugó en los dos estadios bermellones, y aunque prefería el Luis Sitjar, no lo justificaba por las pistas, sino por el apoyo de la gente. Así que no sé muy bien que pensar.

Mi propia experiencia me hace ver que hay campos que imponen más. No entraré ya en el Bernabeu o el Calderón, de equipos grandes, sino a San Mames, El Madrigal o El Sadar, donde es cierto que la gente está muy encima, y comparado con El Sardinero, el Coliseum del Getafe, Montjuich o el propio Son Moix se nota mucho. Pero, salvo que el arbitro sea influenciable, casero y de los que pita de oído porque lo pide el público, esta diferencia no debe resultar tan notable. Al final, si no pisas el área no podrán pitarte un penalty, si no chutas a puerta no meterás gol y si el arbitro es casero lo será con pistas que sin pistas. Favorecer favorecerá a los de siempre y robar robará a los pequeños, las tarjetas serán más sencillas de enseñar para unos que para otros pero finalmente la presencia de pistas o no, será secundaria.

2 comentarios:

Xim Berga dijo...

Hombre, para nada es determinante pero siempre ayuda. Si estuviesemos más cerca y el campo no fuera tan frío puede que animasemos más y el equipo lo notase.

Yo soy de la opinión de que hay un cambio radical en la afición desde el día en que nos cambiamos de campo. Ya desde el día en que lo estrenamos contra el madrid...

YO CREO QUIE ES IMPRESCINDIBLE UN ESTADIO DE FUTBOL Y NO EL QUE TENEMOS.

Gontxo dijo...

Sí, sí, claro que ayuda. Yo creo que sobretodo para meter presión al arbitro que ya se ha visto que pitar en Son Moix es muy fácil pero, los números demuestran que pese a ello, lo que prevalece es que la pelota entre.

Gracias por comentar.