Hoy en el Santiago Bernabéu veremos al que a día de hoy es el mejor jugador mallorquín de fútbol, Albert Riera. Seguramente salga como titular en el extremo izquierdo, y es que a sus 26 años, el manacorí está en un momento de forma pletórico.
Este año, dejó el Espanyol y se convirtió en el enésimo español que contrataba Rafa Benítez para el Liverpool. Su misión sería la de hacerse con la titularidad en el extremo izquierda, una posición huérfana en el equipo británico, y a la que no conseguía aclimatarse el delantero holandés Ryan Babel.
Pero vayamos a sus inicios. Riera, zurdo exquisito, y cuyo ídolo siempre fue Stankovic (con el que llegaría a coincidir) era una de las promesas más firmes de la cantera bermellona, avanzaba a pasos agigantados, era un jugador muy inteligente y con unas cualidades magnificas, fuerte, rápido, técnico.
La primera vez que saltó a la palestra fue en el año 2000, con Fernando Vázquez en el banquillo que le convocó para el encuentro de vuelta de cuartos de final de la Copa de UEFA frente al Galatasaray. La eliminatoria había quedado sentenciada en la ida (1-4), y encima el Mallorca, se encontraba abultado de bajas y el Valencia, próximo rival liguero decidió fijar el encuentro el sábado, pese a jugar en Turquía el jueves. Riera no llegó a saltar al campo, pero ya conocía lo que era viajar con el Mallorca por Europa.
Su debut en liga, no se produjo hasta el año siguiente, en febrero de 2001, con Luis Aragonés de entrenador. Esa campaña con 19 años, jugó 3 partidos y marcó un gol en la última jornada contra el Rayo. El año siguiente, pese a seguir teniendo ficha del filial, aumentó su participación a 8 encuentros (marcando otro gol), y también jugó tres partidos en la Champions (los dos de la previa y uno de la liguilla).
Pese a su juventud, 22 años, Riera se consolidó como uno de los mejores jugadores del equipo, la campaña posterior y se convirtió en una de las revelaciones de la liga. Fue titular todo el campeonato, en una temporada en la que el Mallorca se proclamó Campeón de Copa. Anotó 4 tantos en liga, y empezó a llamar la atención de muchos clubes.
Pero, como sucedió este verano, las dudas e inseguridad que provocan la entrada de nuevos propietarios al equipo, provocaron su traspaso. Pero en una decisión extraña, no firmó por un club español de superior categoría, sino que se marchó al Girondins de la Liga francesa. En Burdeos estuvo dos temporadas, a bien nivel, y disputando también la Copa de la UEFA, pero no tardó en regresar a España.
El equipo que más atento estuvo fue el Espanyol de Barcelona, que encontró a un extremo joven, de calidad y no excesivamente caro. Pero en su primer año, apenas contó para Lotina, y aceptó marcharse en el mercado de invierno al Manchester City de la liga inglesa. Pese a sus buenas condiciones, el City no se animó a ejercer la opción de compra y regresó al Espanyol.
Con Valverde, pese a que tuvieron más de una discusión que traspasó incluso el ámbito de los vestuarios, comenzó a recuperar el nivel anterior, e incluso se vio como había ganado en agresividad (nunca había sido expulsado y ese año le cayeron 3 rojas). Marco varios tantos, incluido uno en la final de la UEFA. Incluso, al final del año 2007, sonó con fuerza un traspaso al Ajax, que el manacorí no veía con malos ojos, pero finalmente se quedó.
El año pasado, el Espanyol realizó una grandísima primera vuelta, y esto le valió a Riera para ser convocado por la Selección Española, anotando otro excelente gol en su debut. Permaneció en las listas de Luis en las convocatorias siguientes, hasta que en la lista definitiva, algo motivado por la paupérrima segunda vuelta de su equipo, se quedó fuera de la Eurocopa. La verdad es que las entradas de Sergio García, Cazorla o De la Red resultaron una sorpresa por su llamada, Riera fue uno de los perjudicados por ello, y quizá también Tamudo o Luis García.
Este verano, decidió que era el momento de salir del Espanyol, donde había sido considerado uno de los culpables de ese bajón del equipo en la segunda vuelta. Así que, entre su falta de ganas por continuar, y la necesidad del Espanyol de ingresar dinero vía traspasos, Riera encontró la mejor salida posible: El Liverpool de Rafa Benítez.
El entrenador encontró en él el extremo ideal para reforzar al equipo, además ya tenía experiencia en la Liga inglesa, y finalmente 10 millones de euros sirvieron para sacarle de Montjuïc. Hasta ahora, está respondiendo, lleva 4 goles en todas las competiciones y su titularidad parece firme. Además, ha conseguido retornar a las convocatorias de la Selección, está vez con Vicente del Bosque en el banquillo.
Este año, dejó el Espanyol y se convirtió en el enésimo español que contrataba Rafa Benítez para el Liverpool. Su misión sería la de hacerse con la titularidad en el extremo izquierda, una posición huérfana en el equipo británico, y a la que no conseguía aclimatarse el delantero holandés Ryan Babel.
Pero vayamos a sus inicios. Riera, zurdo exquisito, y cuyo ídolo siempre fue Stankovic (con el que llegaría a coincidir) era una de las promesas más firmes de la cantera bermellona, avanzaba a pasos agigantados, era un jugador muy inteligente y con unas cualidades magnificas, fuerte, rápido, técnico.
La primera vez que saltó a la palestra fue en el año 2000, con Fernando Vázquez en el banquillo que le convocó para el encuentro de vuelta de cuartos de final de la Copa de UEFA frente al Galatasaray. La eliminatoria había quedado sentenciada en la ida (1-4), y encima el Mallorca, se encontraba abultado de bajas y el Valencia, próximo rival liguero decidió fijar el encuentro el sábado, pese a jugar en Turquía el jueves. Riera no llegó a saltar al campo, pero ya conocía lo que era viajar con el Mallorca por Europa.
Su debut en liga, no se produjo hasta el año siguiente, en febrero de 2001, con Luis Aragonés de entrenador. Esa campaña con 19 años, jugó 3 partidos y marcó un gol en la última jornada contra el Rayo. El año siguiente, pese a seguir teniendo ficha del filial, aumentó su participación a 8 encuentros (marcando otro gol), y también jugó tres partidos en la Champions (los dos de la previa y uno de la liguilla).
Pese a su juventud, 22 años, Riera se consolidó como uno de los mejores jugadores del equipo, la campaña posterior y se convirtió en una de las revelaciones de la liga. Fue titular todo el campeonato, en una temporada en la que el Mallorca se proclamó Campeón de Copa. Anotó 4 tantos en liga, y empezó a llamar la atención de muchos clubes.
Pero, como sucedió este verano, las dudas e inseguridad que provocan la entrada de nuevos propietarios al equipo, provocaron su traspaso. Pero en una decisión extraña, no firmó por un club español de superior categoría, sino que se marchó al Girondins de la Liga francesa. En Burdeos estuvo dos temporadas, a bien nivel, y disputando también la Copa de la UEFA, pero no tardó en regresar a España.
El equipo que más atento estuvo fue el Espanyol de Barcelona, que encontró a un extremo joven, de calidad y no excesivamente caro. Pero en su primer año, apenas contó para Lotina, y aceptó marcharse en el mercado de invierno al Manchester City de la liga inglesa. Pese a sus buenas condiciones, el City no se animó a ejercer la opción de compra y regresó al Espanyol.
Con Valverde, pese a que tuvieron más de una discusión que traspasó incluso el ámbito de los vestuarios, comenzó a recuperar el nivel anterior, e incluso se vio como había ganado en agresividad (nunca había sido expulsado y ese año le cayeron 3 rojas). Marco varios tantos, incluido uno en la final de la UEFA. Incluso, al final del año 2007, sonó con fuerza un traspaso al Ajax, que el manacorí no veía con malos ojos, pero finalmente se quedó.
El año pasado, el Espanyol realizó una grandísima primera vuelta, y esto le valió a Riera para ser convocado por la Selección Española, anotando otro excelente gol en su debut. Permaneció en las listas de Luis en las convocatorias siguientes, hasta que en la lista definitiva, algo motivado por la paupérrima segunda vuelta de su equipo, se quedó fuera de la Eurocopa. La verdad es que las entradas de Sergio García, Cazorla o De la Red resultaron una sorpresa por su llamada, Riera fue uno de los perjudicados por ello, y quizá también Tamudo o Luis García.
Este verano, decidió que era el momento de salir del Espanyol, donde había sido considerado uno de los culpables de ese bajón del equipo en la segunda vuelta. Así que, entre su falta de ganas por continuar, y la necesidad del Espanyol de ingresar dinero vía traspasos, Riera encontró la mejor salida posible: El Liverpool de Rafa Benítez.
El entrenador encontró en él el extremo ideal para reforzar al equipo, además ya tenía experiencia en la Liga inglesa, y finalmente 10 millones de euros sirvieron para sacarle de Montjuïc. Hasta ahora, está respondiendo, lleva 4 goles en todas las competiciones y su titularidad parece firme. Además, ha conseguido retornar a las convocatorias de la Selección, está vez con Vicente del Bosque en el banquillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario